Introducción
El agua es un bien esencial para la vida, al cual no le concedemos la importancia que realmente tiene. De toda el agua que existe en el mundo, solo un 0,05 %, puede ser utilizada para nuestro uso. Este agua proviene de ríos, torrentes o agua subterráneas. Pese a su escasez su consumo aumenta cada vez más y más.
La escasez y la mala calidad del agua de algunas zonas ponen en peligro la salud, el bienestar, la economía y la diversidad biológica. Por ello debemos depurar todas las aguas para reutilizarlas, usarla convenientemente, reducir su consumo y aprovecharla al máximo.
Un consumo responsable debe estar presente todos los días y en todos nuestros hábitos.
1. Cerrar el grifo mientras nos lavamos las manos o los dientes. Usar agua fría para la limpieza, cuesta menos producirla.
2. No dejar correr el agua mientras limpiamos las verduras. Utilizar un recipiente.
3. Cerrar los grifos correctamente o reparar las averías. 10 gotas de agua cada minuto son 2.000 litros al año.
4. En época de verano hacer uso de las piscinas públicas, evitando las privadas.
5. Regular la presión de los grifos mediante la llave general. Con esta medida se puede ahorrar hasta un 60% del consumo.
6. Instalar sistemas de media descarga o colocar una botella llena de agua dentro de la cisterna del WC para reducir el consumo. No utilizar el WC como una papelera. Evita tirar de la cadena innecesariamente.
7. Adquirir electrodomésticos con un bajo consumo de agua.
8. Evitar el uso de productos de limpieza tóxicos y sustituirlos por productos menos agresivos que reduzcan la contaminación de las aguas.
9. No verter el aceite usado para cocinar por el fregadero. Recogerlo con un papel viejo o absorbente y depositarlo en la basura. Si tenemos cerca un punto limpio de recogida podemos entregarlo para su reciclado.
10. Utilizar la ducha en lugar del baño, recude considerablemente el consumo de agua.